Calar hondo en la memoria
por Lic.
Cristina Blake“Caladuras”
El hombre cala una sandía y del rojo cercano al corazón brota un niño. El niño crece, se cala una boina, entra a trabajar en una fábrica, organiza con los otros trabajadores una huelga para reclamar por sus derechos. La huelga cala hondo en el espíritu de la gente que derroca al dictador e intenta un gobierno más justo, para que todos tengan para vivir y, cuando sea necesario, se pueda calar una sandía.
María Cristina Ramos
"Comiendo sandías" Oleo sobre tela, textura grabada de Alain Bailleres ( México) |
Volver a instalarse en un 24 de marzo es recuperar un tiempo y un espacio para hacer Memoria, seguir buscando la Verdad y defender la Justicia. Sin dudas, tres valores cargados de símbolos, de imágenes, de rostros, de fotos, de palabras, de llantos, de silencios que no dejan de recrearse por las profundas huellas que están en nuestra historia argentina desde el 24 de marzo de 1976 en que se declaró el último Golpe Militar.
Calar hondo en la memoria es dar sitio a nuestros impactos, a los fragmentos de eventos que sólo se hilvanan con otros cuando resuenan en una historia narrada, escuchada, visualizada, leída y escrita. En este sentido, como siempre la literatura es un hilo posible para zurcir esos fragmentos que como espejos múltiples pueden formar una nueva trama.
Uno de esos espejos es la literatura argentina para niños donde se refleja la dictadura en la persecución, la censura, la quema de libros, los exilios, la clausura de editoriales, los silencios forzosos y los miedos indescriptibles. Es que también en esta literatura lo real se metió en la ficción y la ficción trajo consecuencias en lo real. Seguramente porque entre ficción y realidad como entre, diría Márgara Averbach, el país de Olvido y el país de Memoria existe una línea variable y complicada.
Pero más allá de esta línea, hoy, apostamos a pasar al territorio de la memoria leyendo, escuchando, reencontrando en el arte y, especialmente en la literatura de quienes quieren seguir creciendo, manifestaciones estéticas para no olvidar. Y en este sentido me apropio y extiendo la pregunta que Elio Kapszuk nos hace a los lectores en el prólogo de Memoria ilustrada: ¿De qué no nos tenemos que olvidar los argentinos? y ¿Con qué textos argentinos podemos recordar? Acerco posibles respuestas desde la literatura argentina para niños:
- Los textos censurados por la dictadura: La torre de cubos y La planta de Bartolo de Laura Devetach, Un elefante ocupa mucho espacio de Elsa Bornemann, El pueblo que no quería ser gris de Beatriz Dourmec, Jacinto de Graciela Cabal, Los zapatos voladores de Margarita Belgrano, Dailan Kifki de María Elena Walsh, entre otros.
- La desaparición de personas que reaparece en “La mano en la pared” de Márgara Averbach.
- La clausura de las siguientes editoriales: Editorial EUDEBA (Editorial Universitaria de Buenos Aires), la Editorial de la Biblioteca Constancio C. Vigil y el CEAL (Centro Editor de América Latina); y la quema de un millón y medio de ejemplares editados en ellas. Ambos hechos documentados en Un golpe a los libros (1976-1983) de Hernán Invernizzi y Judith Gociol.
- El exilio sufrido por tantos autores de literatura e ilustradores argentinos de literatura para niños como Beatriz Dourmec, Ayax Barnes, Ana María Shúa y el auto-exilio de Laura Devetach, Elsa Bornemann y todos los de esa generación. Desde la escritura metafórica, desde la pura alegoría los escritores que escribían en ese tiempo o en los primeros años de la democracia, tematizaron las consecuencias de la dictadura en Otroso de Graciela Montes, en “Una vez, un pueblo” de María Cristina Ramos o en “La caída de Porquesí, el malvado Emperador” de Silvia Schujer.
- Los secuestros de los hijos de los desaparecidos y el genocidio, es eje argumental en las ficciones de ¿Quién soy? Relatos sobre identidad, nietos y reencuentros con la autoría de varios y prestigiosos literatos e ilustradores de nuestra literatura para niños.
- La lucha de las madres y las abuelas de plaza de Mayo que podemos recuperar en las colecciones literarias La abuelas nos cuentan, Memoria en Palabra o en vídeos y libros digitales que pueden encontrarse en la página del Plan Nacional de Lectura o en blogs, como La Memoria y el Sol.
Tenemos los textos, tenemos mediadores, tenemos lectores y hoy, podemos tener lecturas. Nos resta entonces, seguir construyendo memoria para que todos puedan calar su sandía.
Bibliografía:
- Averbach, Márgara (2012) “Un vacío en el lugar del nombre” en Memoria ilustrada 2012: GACETILLA; disponible en memoriailustrada2012.blogspot.com/2012/06/g-c-e-t-i-l-l.html.
- Blake, Cristina (2013) Literatura infantil y juvenil y Dictadura en Argentina recursos de información; Bs. As.: Glossi. Disponible en glossi.com/.../11805-literatura-infantil-y-juvenil-y-dictadura-en-argentina
- Blake, Cristina (2012) “El derecho de la mujer a la imaginación: el rol de las escritoras argentinas” en Blake; Cristina y Sardi, Valeria (comp.) Un territorio en construcción: la literatura argentina para niños; La Plata: EDULP. Disponible en: http://www.fahce.unlp.edu.ar/academica/Areas/letras/descargables/iv-jornadas-poeticas-texto-blake
- Invernizzi Hernán y Gociol, Judith (2003) Un golpe a los libros. Represión a la cultura durante la última dictadura militar; Bs. As.: Eudeba.
- Ramos, María Cristina (2003) “Caladuras” en La secreta sílaba del beso; Neuquén: Editorial Ruedamares, Colección Pleamar.
La abuelas nos cuentan http://www.planlectura.educ.ar/las-abuelas-nos-cuentan/src/placas/principal.html,
Memoria en Palabra http://www.planlectura.educ.ar/memoria/inicio.html-
Día de la Memoria- Plan Nacional de Lectura ( http://planlectura.educ.ar) y (http://planlectura.educ.ar/pdf/dia-memoria/memoria%20y%20secundaria.pdf)
La Memoria y el Sol: lamemoriayelsol.wordpress.com/
Libros que muerden: librosquemuerden-lagrieta.blogspot.com/
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