Inauguramos desde hoy un recorrido de Reseñas que irán apareciendo por aquí como producto del riquísimo intercambio que se desplegó en el marco del Seminario de Grado "La enseñanza de la literatura para niños " (UNLP, 2014) a partir de la propuesta de exploración, análisis teórico y reflexiones críticas en torno a las reescrituras/ versiones (de nunca acabar!) de "Caperucita".
Cada texto se podrá encontrar también en la sección "Reseñas"
1-LA NIÑA DE ROJO
1-LA NIÑA DE ROJO
Por Prof. en Letras Jorgelina Guzzo*
Con La niña de rojo, historia e ilustraciones de
Roberto Innocenti y escrito por Aaron Frisch, nos acercamos a una lectura del
cuento tradicional “Caperucita Roja”, adaptado a un contexto nuevo, actual y
contemporáneo.
El libro comienza con la voz narrativa de una abuela, que
va a “tejer” un relato a un grupo de niños que la acompañan. Este relato
enmarca otro por esta presencia que aparenta ser virtual, ya que brilla con luz
propia y tiene un tamaño especial, como si se tratara de un holograma.
La narración se inicia en un bosque, en este caso de
cemento, gris y triste, donde habitan seres alienados que viven su vida sin relacionarse socialmente .
Por este bosque transita Sofía, quien siguiendo los
pasos de la Caperucita clásica se lanza a la aventura de recorrerlo cargando con
el mandato materno de no salirse del camino ni hablar con extraños.
Durante su viaje es acechada por las
variadas tentaciones que le ofrece el camino: vidrieras, propagandas, magia,
música, gente. Sofía camina velozmente tratando de no distraerse, pero es
difícil, hay colores, imágenes, todo un mundo que la cerca, caótico, desigual y
peligroso. Su “mochila” le pesa, recuerda las palabras de su madre y camina. Pero cede a la tentación y, en este caso, se
sube a la moto de un desconocido. Un supuesto cazador bueno que aparece cuando
ella está en medio del peligro.
Con él parte tranquila, pero le dura poco. El ahora cazador
la abandona y, como el lobo de Perrault, al dejarla, acorta
el camino. Mientras, Sofía camina por el propio hacia la
seguridad de la casa de su abuela.
Las imágenes que siguen (casi sin texto), son de una contundencia
impactante: la moto – la casa cerrada – el motoquero, ahora transmutado en lobo
– la policía. Por otro lado, una mamá sola, en la noche, que espera…
El libro respeta los elementos básicos del hipotexto
conocido (la abuela enferma, el bosque oscuro, el lobo malo, la nena de rojo) pero
les da un giro: adolescencia de hoy, en la "selva" de cemento,
expuesta a los peligros actuales.
A través de imágenes cargadas de indicios y sugerencias- coloridas, atrapantes, seductoras y repletas de vida- se actualiza el texto clásico, a la vez que se abren nuevas lecturas colmadas de efectos y gradaciones simbólicas para los lectores de hoy.
A través de imágenes cargadas de indicios y sugerencias- coloridas, atrapantes, seductoras y repletas de vida- se actualiza el texto clásico, a la vez que se abren nuevas lecturas colmadas de efectos y gradaciones simbólicas para los lectores de hoy.
El relato propone
dos finales: uno, el de Perrault, donde se cierra el relato enmarcado con esa
abuela que ya ha tejido una chalina larga; y otro, el final propuesto
explícitamente como una salida “mágica”, imaginada, fuera ya del marco del
relato que nos acerca la versión de los hermanos Grimm y donde tiene lugar una posible lectura optimista, porque “no todos los finales tienen
que ser los que nos acaban de contar…, a veces, las estrellas pueden brillar
más… cuanto más oscura sea la noche”.
* Jorgelina Guzzo es Profesora en Letras por la UNLP y se desempeña como docente en el nivel medio del Colegio María Auxiliadora de la Ciudad de La Plata (Bs. As, Argentina). Cursa el seminario "La enseñanza de la literatura para niños " (UNLP, 2014).
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